¡Equivalente a un premio Nobel! Nos orgullece muchísimo el reconocimiento de Leydy Pech, una de las seis personas que en diciembre del 2020 obtuvieron el Premio Medioambiental Goldman, galardón que desde 1989 otorga la Fundación Ambiental Goldman y que es considerado como el reconocimiento más importante reconocimiento para defensores ambientales. ¡Estamos muy contentos que este premio se le haya otorgado a una campechana por su trabajo defendiendo el territorio maya!
La historia de Leydy Pech comienza a partir de su interés por conservar a un tipo de abeja pequeña que solo se encuentra en la Península de Yucatán. La ahora tan renombrada abeja de nombre cientifico Melipona beecheii, que los mayas llamaban Xunáan Kab, “la dama de la miel”.
Hace poco más de veinte años, Leydy Pech y otras mujeres mayas de la comunidad de Ich Ek —municipio de Hopelchén, en el estado de Campeche— se organizaron para comenzar a rescatar una práctica que habían desarrollado los antiguos mayas, pero que se perdía en su territorio: la meliponicultura, es decir la crianza de la Xunáan Kab para producir miel. Desde entonces, Leydy Pech —hoy de 55 años— y sus compañeros del Colectivo de Comunidades Mayas de los Chenes han recorrido un largo camino que los ha llevado a denunciar las consecuencias ambientales, sociales y culturales que está provocando el avance de la agroindustria en el municipio de Hopelchén, Campeche, y en otras áreas de la Península de Yucatán. – Mongabay Latam
En ese proyecto han tenido que hacer frente a empresas como Monsanto, una empresa multinacional estadounidense productora de agroquímicos y biotecnología destinados a la agricultura, así como a las dependencias gubernamentales que en 2012 otorgaron permisos a la empresa para la siembra de soya transgénica, sin realizar consultas previas.
En 2015, la Suprema Corte de la Nación determinó que el gobierno mexicano violó los derechos constitucionales de los mayas al entregar los permisos a Monsanto. En 2017, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria revocó el permiso que tenía la compañía para cultivar soya genéticamente modificada en seis estados de México.
Leydy Pech y sus compañeras mayas que han trabajado en el rescate de las meliponas y la defensa de su territorio, abrieron nuevos caminos: no solo visualizaron la importancia de conservar a una abeja nativa, también mostraron que ellas —no sus esposos, hermanos o padres— podían crear una organización, llamada Koolel-Kaab Muuch Kambal, para hacer que su voz se escuche y desarrollar sus propios productos de agricultura orgánica.
Entre las mujeres mayas que junto con Pech asumieron la defensa de su territorio están Angélica Ek, Alicia Poot, Andrea Pech Moo, Juanita Keb, Socorro Pech, Hilda Chávez, Guadalupe Correa, Cándida Che, Teresa Lugo, Martha Trejo, Consuelo Tec, Gina Naal, Ana Pech Nal y otras más. ¡Muchas gracias a estas mujeres guerreras!
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Koolel-Kaab “mujeres que trabajan con abejas”, es un grupo de señoras del poblado de Ich Ek, que desde el año 1995 se dedican al cuidado y la conservación de la abeja melipona o abeja nativa maya. Actualmente son reconocidas por su trayectoria en la defensa del territorio y su lucha contra los cultivos transgénicos. Su productos son derivados de la apicultura. Fotografía por Robin Canul. Fuente Mongabay LATAM.
La ganadora del Premio Goldman confiesa que se identifica con las abejas, porque como ellas necesita las plantas, un territorio conservado para mantener su identidad:
Para que nosotros, los mayas, podamos seguir necesitamos nuestras plantas medicinales, a los animales, a la biodiversidad. Yo vivo gracias a que mis antepasados, mis abuelos, mis padres cuidaron y conservaron. Esa es la parte que a nosotros ahora nos toca: conservar y cuidar para las nuevas generaciones. – Afirma Leydy Pech.
Y entonces, ¿nosotros qué estamos haciendo para conservar y cuidar nuestra identidad? ¡Te invitamos a reflexionar sobre la importancia y el impacto que puedes tener sobre el medio ambiente y tu comunidad! Envíanos un WhatsApp para platicar más a fondo sobre todo lo que juntos podemos aportar a nuestra bellísima comunidad en la Península de Yucatán.